El proyecto tiene como propósito aquilatar la importancia y las posibilidades aún presentes en el concepto de reflexión, especialmente a partir de la recepción de la filosofía crítica de Kant en el Idealismo Alemán y, posteriormente, su desarrollo en la fenomenología de Husserl (y en las reacciones que ésta provocó, tanto en el propio pensamiento fenomenológico como en la dialéctica negativa de Adorno). La pretensión básica del proyecto es que la autocomprensión de buena parte de la filosofía contemporánea (teoría crítica, deconstrucción y hermenéutica) se basa en un rechazo de la noción de reflexión por considerar que falsifica y distorsiona la manera en la cual acontece la experiencia. Posteriormente, el proyecto tratará de problematizar las bases de tal autocomprensión poniendo de manifiesto que se basa en un entendimiento sumamente estrecho y estático de la noción de reflexión. A continuación lo que se tratará de hacer es mostrar las transformaciones que ha tenido este concepto tomando como referentes básicos a Hegel y a Husserl con el fin de mostrar las posibilidades que guarda. En particular se tratará de mostrar que si la reflexión se entiende como una modificación de lo que inicialmente se hace presente, y si adicionalmente, se ha asumido el supuesto de que la modificación introducida por la reflexión es una relación externa de dos actos o entidades por entero independientes, entonces no será difícil concluir que la modificación producida por aquélla termina por ser una deformación de lo vivido. Esto es, para Husserl indudablemente la reflexión trae consigo una modificación de su objeto, de la vivencia, pero no opera a distancia, sino que es una modificación de la vivencia, pertenece a ella esta posibilidad de dirigirse hacia sí misma.

La principal contribución del proyecto es que hace plausible una concepción no formalista e la historia de la filosofía, la cual, en tanto se preocupa más por la coherencia interna de los sistemas, busca identificar conceptos que le permitan recortar la historia del pensamiento en unidades irreductibles que, cuando se las juzga en el horizonte cronológico parecen totalmente superadas. Lo que se quiere hacer es mostrar cómo la explicitación del concepto de reflexión nos permite entender a la historia de la filosofía como un “campo de fuerzas” en la medida en la cual muestra una forma de unificación de lo heterogéneo no regida por una normatividad a priori ni por una teleología es una noción útil para ubicar de manera no-determinista y conectar dinámicamente elementos (históricos, socioeconómicos, culturales) que inicialmente no están dados como si estuvieran vinculados, sino que, cuando se les pone en conjunción, crean o revelan un campo de fuerzas significativo. _x000D_ Para decirlo de modo más enfático: cuando se objeta la pertinencia o la vigencia del concepto de reflexión, así como los términos a él asociados (autoconciencia, autodeterminación, racionalidad, trascendental, etc.) de manera casi automática se supone que todas sus falencias, reales o imaginarias, sólo pueden repararse invocando a "lo otro de la razón," sea éste lo inconsciente, lo emocional, el cuerpo, la vida, el trabajo o el lenguaje. En esa medida nos hemos acostumbrado a pensar en una Modernidad homogénea, dominada por la figura de un sujeto autoconsciente que, por medio de la reflexión, inquiere y se cerciora de la justificación de todas las representaciones que aparezcan en la esfera de lo mental. Las críticas a este modelo, a pesar de su radicalidad, suelen arrojar al niño con el agua sucia de la bañera y suponer que nociones como “reflexión”, “conciencia”, “representación” o “subjetividad” implican por sí mismas un compromiso con un pensamiento estático que no pone en cuestión su confianza ingenua en que toda realidad y objetividad pueden reducirse a reglas transparentes puestas por la conciencia. Al aproximarse a la historia de la reflexión desde la perspectiva del "campo de fuerzas", en cambio, parecen abrirse senderos dentro de la propia tradición reflexiva que sugieren que la propia conciencia puede tomar distancia de ella misma sin que ello suponga desvincularse de la experiencia concreta y efectiva en la que está embebida.