El objetivo del proyecto consiste en analizar las causas estructurales de la crisis alimentaria mundial, sus manifestaciones más importantes y el impacto que este proceso ha traído sobre el campo mexicano, durante el período 2000-2009. Se intenta indagar como ha afectado el aumento de los precios de los bienes agropecuarios a los pequeños productores rurales, así como a la soberanía y autosuficiencia alimentaria del país. El análisis se realizará en tres niveles. El primero de orden general que indagará sobre la crisis alimentaria mundial y su impacto general sobre el campo; el segundo que abordará el tema de los agrocombustibles y la crisis alimentaria y el tercero que indagará como ha repercutido la crisis alimentaria en los productores de bienes seleccionados como el maíz, el ganado y el café. La importancia de la investigación radica en que se trata de un tema emergente, de reciente aparición, por lo que existen pocos trabajos sobre su desarrollo, la mayor parte de corte periodístico o artículos basados en información documental. Sin embargo, las investigaciones sobre el tema son todavía germinales, por lo que se pretende contribuir al conocimiento de la situación rural actual, como una situación cambiante y sometida a fuertes influencias externas, con el fin de encontrar vías alternativas que puedan permitir recobrar la autosuficiencia y soberanía alimentaria perdidas, así como proponer salidas a la carestía de los alimentos que ha traído consigo la crisis. La hipótesis principal se sustenta en demostrar que la crisis alimentaria ha generado un impacto desigual en el campo, con lo cual los grandes y medianos productores son quienes han podido aprovechar el alza de los precios, en cambio los pequeños productores no han logrado insertarse de nuevo como abastecedores de alimentos debido a los altos costos de los insumos, así como a los escasos subsidios y apoyos que reciben de gobierno. Sin embargo, los pequeños productores son quienes pueden recuperar la autosuficiencia alimentaria perdida, ya que los grandes productores tenderán a orientarse hacia la exportación ante el alza de precios, o bien hacia la producción de maíz para agrocombustibles. Las metas a realizar en el proyecto consisten en la elaboración de un libro colectivo, la organización de dos seminarios de discusión entre los miembros del proyecto, la formación de recursos con los becarios participantes y la presentación de los resultados en distintos foros y seminarios. La metodología de la investigación se basa en una concepción histórica estructural que ubica a la crisis alimentaria como la partera de un nuevo orden agroalimentario que está emergiendo en la cual se manifiesta el agotamiento de una forma de subordinación de los países desarrollados sobre los subdesarrollados y de las transnacionales sobre los productores rurales. Los procedimientos de investigación se basan en la utilización de información documental, estadística y bibliográfica, así como investigación de campo que se realizará con entrevistas abiertas a productores e informantes claves que se procesará en el programa N-Vivo.

Debido a que el fenómeno de la crisis alimentaria es muy reciente, existen pocos estudios sobre el tema. Ha sido abordado fundamentalmente en el ámbito periodístico y en artículos de opinión, pero las investigaciones de fondo y con incorporación de trabajo de campo, están todavía en un nivel germinal. Consideramos que la crisis alimentaria es la partera de una nueva fase en la agricultura mundial y nacional, por lo que resulta una necesidad conocer como está impactando este fenómeno a los productores rurales. Después de haber enfrentado mas de veinte años con precios deprimidos, escasos ingresos gubernamentales y la competencia desleal de los productos norteamericanos, es muy importante conocer las posibilidades de reactivación del campo con el alza de los precios, así como las alternativas que se abren para recuperar la autosuficiencia y soberanía alimentarias, dado el alto costo de las importaciones de granos que ha generado la nueva situación mundial. El resultado de la investigación permitirá por tanto, conocer el potencial del campo mexicano para insertarse en la nueva etapa que está surgiendo; el impacto de la crisis alimentaria sobre los pequeños productores de maíz y café, así como sobre los productores de carne, el impacto de los agrocombustibles en la producción nacional y en la exportaciones, y las respuestas de los productores ante la nueva situación económica y social. Además de la importancia en el conocimiento de la nueva realidad rural que se está gestando, así como de las propuestas de solución a la problemática rural, la investigación tendrá relevancia para apoyar los cursos de postgrado orientados a la problemática rural.