Diversos estudios dan cuenta de la relación entre paz y desarrollo. Esta agenda, tuvo un momento importante con el fin de la Guerra Fría y el ascenso del paradigma liberal que afirmaba que la democratización y la apertura de los mercados llevarían de manera natural a mejores niveles de desarrollo en el sistema internacional en su conjunto y potenciarían la paz. En el seno de Naciones Unidas se puso énfasis en el bienestar individual (well-being) como objetivo prioritario del desarrollo, para tal efecto emergieron nociones clave como seguridad humana y desarrollo humano, al tiempo que empezó a promoverse el discurso político de un nuevo paradigma: el desarrollo sustentable. En la primera década del siglo XXI las desigualdades y los problemas del sistema internacional se han recrudecido. Diversas crisis confluyen (económica, alimenticia, climática, energética) e impactan directamente la seguridad en sus distintos niveles (humana, nacional, regional e internacional). _x000D_ _x000D_ Como resultado del incremento considerable de los conflictos internos y la violencia armada alrededor del mundo, se fortalece la corriente que afirma que la paz y el desarrollo están interrelacionados. Desde esta perspectiva a mayores condiciones de desigualdad, mayor propensión al conflicto, mismo que, a su vez, imposibilita lograr los objetivos de desarrollo. Esta corriente está enfocada fundamentalmente a los problemas de los países menos adelantados (subdesarrollados) a partir de la utilización de categorías como “Estados fallidos”, “Estados frágiles” o “Estados en crisis”. Si bien útil, el modelo resulta limitado, debido a que parte de la pobreza y la exclusión como condiciones dadas y no, como producto de modelos de desarrollo fracasados, que han erosionado la capacidad de los Estados para hacer frente a estas situaciones. _x000D_ _x000D_ El desarrollo y la seguridad humana pretendieron empatarse a través del paradigma económico liberal bajo la lógica de que las fuerzas del libre mercado se reflejarían en mejoras económicas que, en consecuencia, traerían consigo los beneficios del desarrollo y que automáticamente se reflejaría en términos de seguridad humana. El balance de sus resultados es abiertamente desalentador. La crisis financiera internacional desatada a partir del año 2008 en el sistema bancario y financiero norteamericano puso de manifiesto la creciente especulación de los bancos e instituciones internacionales con las economías de sistema capitalista global. Esto ha resultado en viejos esquemas de ajuste económico que obligan a los Estados a recurrir a programas de austeridad y recorte que se acompañan en particular de reducciones ostensibles de gasto social y en el achicamiento de los sistemas de bienestar en todo el mundo. En aquellos países ya de por si golpeados por los problemas del subdesarrollo la adversa situación económica alimenta y profundiza los conflictos y los ciclos de violencia; mientras que en los países desarrollados los niveles de desempleo y la erosión de los sistemas de bienestar golpean los niveles de prosperidad. En suma, la erosión de los sistemas de bienestar impacta directamente sus referentes de seguridad humana y convivencia social. _x000D_ _x000D_ Lo que está en crisis es un modelo de desarrollo sustentado en el modelo económico neoliberal y en el adelgazamiento del Estado. Un modelo de desarrollo que, lejos de responder al discurso político de la sustentabilidad y del desarrollo humano, tiene como referentes los indicadores minimalistas de los

Los debates institucionales a nivel nacional e internacional están evolucionando lentamente con miras a la Cumbre de Río + 20 en junio de 2012. El debate sobre los modelos del desarrollo, incluido el mexicano, debe ir más allá de las modestas expectativas de que la Cumbre llegue a acuerdos globales sobre nuevos objetivos globales de la sustentabilidad o el desarrollo. La necesidad de un modelo de desarrollo, de un paradigma más progresista del desarrollo, se escucha en mucho círculos intelectuales, públicos y político. Lo que se pone a prueba es si se pondrá suficiente voluntad política en las negociaciones intergubernamentales, no solo rumbo a la cumbre de Río o a la revisión de los Objetivos del Milenio en 2015, sino a la necesaria revolución narrativa, teórica y política que debe inspirar el cambio necesario del que todos hablan pero que los Estados no asumen como propios, pese a la actual crisis del sistema financiero capitalista internacional. Esta crisis aparece más como la punta del iceberg, que como la causa más profunda del fracaso de un “modelo” de desarrollo que se manifiesta en diferentes latitudes, del planeta: en la Unión Europea, en los Estados Unidos, en Sudamérica, en el Norte de África, en el Medio Oriente, etc._x000D_ _x000D_ En consecuencia los estudios sobre los modelos de desarrollo ligado a una de las últimas fronteras de la seguridad, la seguridad humana debe ser una prioridad en las agendas de investigación de los centros productores de conocimiento. Nuestra Universidad no se debe rezagar en este debate por lo que es necesario:_x000D_ _x000D_ 1.- El abordaje comparado y multidisciplinario sobre los debates del desarrollo, la sustentabilidad y la seguridad humana. Los que deben contribuir a arrojar claves que lleven a políticas públicas impostergables para atacar el problema de la exclusión social más allá de criterios economicistas._x000D_ _x000D_ 2.- Esta investigación se propone aportar bases teóricas y empíricas que profundicen no sólo en el debate nacional sino internacional de la agenda de desarrollo de México y el mundo._x000D_ _x000D_ 3.- Profundizaremos sobre las visiones integrales y multidimensionales que han ido trascendiendo la medición del desarrollo sustentable solo a partir del PIB y el simple crecimiento económico. Las propuestas sobre esto están moviéndose en el debate internacional de forma acelerada._x000D_ _x000D_ 4.-Indagaremos sobre la relación entre el modelo de desarrollo-la vulnerabilidad y el conflicto. Esto es, los vínculos entre la agenda de desarrollo y de seguridad humana. _x000D_ _x000D_ 5.- La seguridad humana junto a la seguridad climática y energética han marcado las nuevas fronteras de la seguridad internacional, regional y climática. Su vínculo con la agenda de desarrollo es ya indisoluble por lo que el reto del Estados será reivindicar proyectos de gobernanza global y de gobernabilidad democrática que conjugue ambos referentes. De ahí las contribuciones que emanen de una perspectiva comparada._x000D_ _x000D_ 6.- Finalmente, el debate nacional sobre el desarrollo, la sustentabilidad y la seguridad humana deberá adaptarse a las especificidades económicas, políticas, sociales y regionales de México. Cualquier proyecto que no sume esto al futuro del país se quedará corto de miras.