La hipertensión arterial es una enfermedad higiénico-nutricional. El ingerir exceso de alimentos (por encima de los requerimientos y de los gastos diarios), el consumo suprafisiológico de sal, el sedentarismo y los estresores psicológicos contribuyen al desarrollo de la hipertensión en el mundo. Es un padecimiento multifactorial con incidencia y prevalencia crecientes, de repercusión en órganos vitales como las arterias, corazón, riñón, entre otros, y es causa frecuente de enfermedad vascular cerebral, insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal crónica por lo que está considerada como un problema de salud pública. En México se han encontrado cifras de prevalencia para la hipertensión en niños que van del 1 al 10%. Los factores de riesgo cardiovascular son aquellas condiciones que predisponen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares; la intervención sobre ellos está justificada, se debe considerar el potencial efecto preventivo de intervenciones en edades tempranas, junto al hecho de que en las edades infantiles se establecen los hábitos que en el futuro pueden conducir a la arteriosclerosis y que el riesgo ya establecido en la edad adulta no es totalmente reversible (no es lo mismo un hipertenso tratado que un normotenso). Uno de los factores asociados al incremento de riesgo para la enfermedad cardiovascular es la obesidad, que se ha vuelto un problema médico de magnitud creciente entre niños y adolescentes. La obesidad puede producirse ya sea por ingerir alimentos en demasía o por no desarrollar actividad física suficiente. La combinación de una inadecuada alimentación y el sedentarismo son dos de los factores de riesgo comportamentales más importantes para el desarrollo de hipertensión. La hipertensión arterial y la enfermedad cardiovascular presentan un componente hereditario importante por lo que los hijos de personas con enfermedad cardiovascular son sujetos de riesgo, que probablemente en algún momento de su vida podrían desarrollar hipertensión arterial. Si estos sujetos, además del componente hereditario tuviesen obesidad y fuesen sedentarios, tendrían entonces más factores de riesgo que los llevarían a presentar la hipertensión probablemente en edades más tempranas. Resumiendo, podemos decir que: 1.La hipertensión arterial tiene un componente hereditario 2.La aterosclerosis como proceso fisiopatológico empieza en la infancia 3.El estilo de vida sedentario favorece el inicio de la hipertensión en edades cada vez más tempranas 4.La alimentación rica en grasas, particularmente los precursores del colesterol, favorece el desarrollo de hipertensión 5.La hipertensión arterial no presenta síntomas; el problema es: ¿cuándo inicia una persona a ser hipertensa? ¿cómo prevenir que no desarrolle hipertensión? Este proyecto pretende elaborar un perfil general de los factores de riesgo cardiovascular en niños de primaria; se trabajará con niños de quinto y sexto años de primaria a los cuales se les realizarán mediciones de peso, talla y tensión arterial, además de indagarse aspectos sobre herencia, alimentación y actividad física. El programa conductual de intervención está dirigido a los niños identificados como de riesgo y se basa en el modelo de solución de problemas, ya que se pretende que cada niño aprenda estrategias para identificar y resolver situaciones que originalmente evaluaba como problemas aparentemente sin solución, por lo que no encuentra la respuesta adecuada; entonces, el niño tiene que aprender a definir los problemas de distinta forma, plantear alternativas de solución, llevarlas a cabo y evaluar si la estrategia seleccionada ha funcionado correctamente. Para realizar la intervención se planea formar tres grupos: a) niños, b) niños y padres y c) un grupo de lista de espera, a los que se intervendrá posteriormente y que funcionarán como grupo control.

Si la prevención se considera la forma de cambiar la tendencia hacia la disminución en este tipo de problemas como la hipertensión arterial, proponemos que en esta investigación se trabaje con niños de primaria que se encuentren en riesgo de padecerla; la forma de demostrar que son sujetos de riesgo será a través de indicadores tales como: 1. La demostración de que un familiar directo (padre, madre o algún abuelo) padece o falleció por enfermedad cardiovascular. 2. La demostración de que el niño se encuentra por arriba de su peso corporal ideal. 3. El evidenciar un índice de masa corporal mayor correspondiente a sobrepeso y obesidad. 4. La demostración de sedentarismo por parte del niño. 5. La presencia de hipertensión arterial en estos niños. La presencia de los indicadores antes mencionados son suficientes factores de riesgo para poder suponer que quien los presente padecerá hipertensión arterial, de allí la importancia de la detección temprana y de realizar intervenciones conductuales con los niños y con sus padres con el propósito de que los sujetos detectados como de alto riesgo cambien su estilo de vida, con lo que probablemente se evite la aparición de la enfermedad o se retarde el inicio de ésta.