Los primeros estudios que correlacionaron la conducta paterna en los mamíferos con las hormonas, señalan que los niveles plasmáticos de prolactina se elevan, mientras que los de testosterona disminuyen, cuando los machos participan en el cuidado de las crías. El jerbo de Mongolia es uno de los mamíferos, en los cuales se ha reportado que los niveles de testosterona son bajos cuando exhibe cuidados paternos. Sin embargo, en nuestro laboratorio se encontró que los niveles de testosterona no decrecen, cuando los machos despliegan conducta paterna. No obstante, sólo estudios manipulativos, en los que se suprima la acción de la hormona o se elimine la fuente de ésta, permitirá establecer de manera objetiva, cuál es la función que desempeñan estas hormonas en la regulación de la conducta paterna.

El área de investigación sobre endocrinología de la conducta paterna es relativamente reciente, y los resultados de las investigaciones realizadas hasta hoy, señalan la posibilidad de que las vías neuroendocrinas que regulan el comportamiento paterno en los mamíferos, no sean compartidas por todas las especies, debido a que evolutivamente la conducta paterna surgió en diversas especies en respuesta a condiciones ecológicas específicas. En este contexto el presente proyecto es una continuación de nuestra línea de investigación que tiene como finalidad contribuir al conocimiento de las bases hormonales de la conducta paterna del gerbo de Mongolia. En este proyecto se plantea, por primera vez, establecer el papel que tienen la prolactina y la testosterona en la regulación de la conducta paterna del jerbo de Mongolia, pero estableciendo diferencias entre el inicio y su mantenimiento. En la rata de laboratorio y otros roedores se ha establecido que el inicio de la conducta materna depende de los cambios hormonales que ocurren al final de la preñez y su mantenimiento de la presencia de las crías (Numan, 1988).