En el ámbito de la fisiología, se considera al fenómeno del inicio de la pubertad como una piedra angular de la endocrinología reproductiva; la comprensión de los mecanismos que lo regulan, podría dirigir hacia la solución de las interrogantes actuales sobre la fisiología y fisiopatología reproductivas de los mamíferos. Desde el punto de vista pragmático, en las vaquillas el inicio precoz de la pubertad tiene especial importancia en la fertilidad y productividad de por vida. En los sistemas de producción del trópico (bovinos de carne y doble propósito), las vaquillas presentan la pubertad tardíamente y por ello presentan su primer parto a los 3.5-4 años (vs el ideal de 2 años), con un bajo peso corporal (<400 kg vs >450 kg) y como secuela, una baja producción de becerros y de leche durante su vida. Consecuentemente, desde el punto de vista científico y tecnológico es importante profundizar en los conocimientos de los mecanismos reguladores de la pubertad. Actualmente, la mayoría de los expertos no tienen duda en señalar a la kisspeptina (KISS) como el elemento que durante décadas se buscó como intermediario entre las neuronas GnRH-érgicas y los efectos positivos o negativos que los estrógenos y sustancias señalizadoras de madurez somática (leptina) ejercen sobre el aumento en la frecuencia de pulsos de la GnRH y de la LH, cambios conducentes hacia la primera ovulación. La KISS en las dosis hasta ahora aplicadas, induce un pulso de LH de amplitud menor al pico preovulatorio de la misma hormona. En la literatura consultada no se ha evaluado la KISS en vaquillas prepúberes de edad temprana, momento en que el hipotálamo es muy sensible a la retroalimentación negativa de los estrógenos ováricos y no hay suficiente leptina circulante. Por lo tanto, se diseñaron dos experimentos para evaluar los efectos de la KISS aplicada en dosis y frecuencia mayores a las hasta ahora probadas, sobre el patrón de liberación de LH y FSH y la edad a la pubertad en vaquillas mantenidas en el trópico, con distinta cantidad de grasa corporal y de diferentes edades. Los diseños son de bloques completamente al azar en arreglo factorial 2`x 2. Los datos de algunas variables serán analizados por ANDEVA para diseños como los descritos. Los datos de variables asociados con la liberación de FSH y LH se examinarán mediante modelos de parcelas divididas.

El entendimiento de los fenómenos fisiológicos que inician la pubertad en hembras mamíferas puede ser fundamental para resolver los problemas actuales relacionados con la fisiopatología de la reproducción, tanto en animales como en humanos. Los modelos actuales que tratan explicar los mecanismos neuroendocrinos que determinan la pubertad, sitúan como elemento clave la hormona liberadora de las gonadotropinas hipofisiarias (GnRH). Es indispensable que para que se inicie la pubertad, aumente la frecuencia de pulsos de GnRH, lo que a su vez incrementa la frecuencia de pulsos de la LH, hormona adenohipofisiaria que induce la primera ovulación. A pesar de que la pubertad es un fenómeno multirregulado, sobresalen como dos de los factores determinantes de su inicio: 1) Los estrógenos de origen ovárico y 2) La leptina, péptido secretado principalmente por el tejido adiposo, mismo que al aumentar su acumulación en el cuerpo, envía por vía de la leptina, una señal al hipotálamo indicando la madurez somática. A pesar de lo anterior, las neuronas que sintetizan la GnRH, no presentan receptores para estrógenos ni para leptina, consecuentemente existen mediadores neuroendocrinos que modulan la edad en que se inicia la pubertad. Se han propuesto varios candidatos, pero las evidencias actuales apoyan a un conjunto de péptidos denominados en forma genérica Kisspeptina (KISS). Se sabe que la KISS aplicada una vez en dosis de 5 microgramos/kg de peso, evoca un pulso de LH con amplitud de 2 a 6 ng/ml en roedores, rumiantes y primates. Dicha dosis también induce un pulso de FSH en roedores más no en rumiantes. Los pulsos de LH evocados por la KISS distan mucho de la magnitud de los picos preovulatorios de LH (>20 ng/ml). Conviene por tanto, probar mayores dosis y frecuencias de aplicación de KISS en los patrones de liberación de LH y FSH. Si bien se sabe que en animales próximos a la pubertad, la KISS puede adelantarla, se desconoce si la KISS puede inducir la pubertad o pulsos de LH similares a los preovulatorios en hembras cuya edad temprana, ya sea por la gran sensibidad del hipotálamo a la retroalimentación negativa de los estrógenos o por la insuficiente leptina debida a la poca acumulación de grasa corporal, podrían no responder a la GnRH o a la KISS. El presente proyecto contribuirá en generar información sobre los patrones de secreción de la LH y FSH en respuesta a dosis y frecuencia de aplicación mayores a las usadas de KISS en hembras prepúberes (bovinas) de distintas edades y con distinta acumulación de grasa corporal.