La lesión renal aguda (LRA) es un síndrome que se desarrolla después de una caída transitoria en el flujo sanguíneo renal. El daño renal por isquemia-reperfusión (I/R) es la mayor causa de LRA en riñones nativos y trasplantados. A pesar de los avances en la estrategias preventivas, esta enfermedad continúa con alta morbilidad y mortalidad que no se ha modificado en las últimas cuatro décadas. Por tanto, la LRA constituye un problema de salud pública, por su frecuencia creciente, su asociación con graves complicaciones y altos costos, así como, elevada mortalidad a corto y a largo plazo. Más crítico aún resultan las evidencias recientes que muestran que el haber padecido de LRA es un factor de riesgo para evolucionar a enfermedad renal crónica (ERC). Otra consecuencia importante de haber padecido un episodio de LRA es que esto parece incrementar la progresión del daño renal crónico preexistente y conducir en forma acelerada a enfermedad renal crónica terminal (ERCT). Aunado ha esto, estudios epidemiológicos muestran que la incidencia y prevalencia de ERC y de la ERCT ha aumentado considerablemente en las últimas tres décadas, al igual que los gastos generados en el cuidado de estos pacientes. Por lo que, resulta indispensable el estudio de los mecanismos por los cuales la LRA puede desencadenar y conducir a la afectación de la función y la estructura renal en forma progresiva, así mismo, es de vital importancia encontrar maniobras farmacológicas que eviten que la LRA induzca el desarrollo de ERC. _x000D_ Durante la I/R, el sistema renina angiotensina aldosterona (SRAA) es activado y es en parte responsable de los efectos deletéreos observados. Dentro de este sistema, sobresale su principal metabolito, la Angiotensina II, reconocido como el ejecutor de los principales y más potentes efectos de este sistema, que no solo está implicado en la regulación del tono vascular sino que, además posee efectos pro-inflamatorios y pro-fibróticos. La relevancia de la Angiotensina II en la fisiopatología de enfermedades renales se ha evidenciado por medio de estudios experimentales y clínicos, en los cuales la administración de Losartan, péptido antagonista que bloquea los receptores AT1, mejora la tasa de filtrado glomerular, disminuye la fibrosis intersticial y la glomeruloesclerosis, todos estos efectos se reflejan en una disminución de la progresión del daño renal. Además, estudios recientes en humanos y en modelos experimentales de diversas enfermedades han mostrado que la aldosterona también juega un papel importante en la fisiopatología del daño cardiovascular y renal. De hecho, estudios recientes de nuestro laboratorio mostraron que el bloqueo de las acciones de aldosterona o el retiro de las glándulas suprarrenales previene el daño funcional y estructural inducido por la I/R, lo que sugiere fuertemente que la activación del SRAA promueve el daño renal que se observa después de un episodio de LRA._x000D_ Para este estudio contamos con datos preliminares que muestran que hemos desarrollo un modelo de LRA que conlleva al desarrollo de ERC, por lo que este estudio se diseñó para estudiar los mecanismos involucrados en el deterioro de la función y estructura renal inducidos por un periodo de isquemia y poder determinar si intervenir oportunamente durante la LRA a través de bloquear las acciones de angiotensina y/ó aldosterona pueda tener un impacto en reducir o evitar la progresión de la ERC. Así como, estudiar los mecanismos de renoprotección involucrados.

La lesión renal aguda (LRA) y la enfermedad renal crónica (ERC) son dos patologías que han cobrado gran relevancia e impacto a nivel mundial por sus importantes repercusiones en la salud, la sobrevida y la calidad de vida de las personas que las padecen. _x000D_ _x000D_ La LRA es un síndrome que se desarrolla después de una caída transitoria en el flujo sanguíneo renal, lo que ocasiona una disminución abrupta de la función renal que se acompaña de la acumulación de productos de desecho en la sangre como creatinina y urea. La reducción del flujo sanguíneo renal produce ciertos episodios y grados de isquemia por lo que la el fenómeno de isquemia/reperfusión (I/R) es la mayor causa de LRA en riñones nativos y trasplantados. Aunque la reperfusión es esencial para que sobreviva el tejido isquémico, hay evidencia de que la reperfusión por si misma causa daño celular adicional. Dentro las principales causas de LRA se encuentran: el shock séptico, la hemorragia, la deshidratación, la administración de medicamentos nefrotóxicos, la diabetes mellitus, las cirugías cardiovasculares de alto riesgo y la utilización de medios de contraste. A pesar de los avances en la estrategias preventivas, la LRA continúa con alta morbilidad y mortalidad que no se han modificado en las últimas cuatro décadas. Esta enfermedad afecta al 15% de los pacientes hospitalizados, siendo su incidencia entre el 40 y 80% en los pacientes en terapia intensiva, cabe mencionar que alrededor del 40% de estos pacientes fallece por esta causa; la LRA también es frecuente en los pacientes que son sometidos a cirugía cardiaca mayor, siendo su incidencia tan alta como del 30%. Más crítico aún resulta la evidencia reciente que muestra que el haber padecido de LRA es un factor de riesgo para evolucionar a enfermedad renal crónica (ERC) y/o enfermedad renal crónica terminal (ERCT). De hecho se ha encontrado que la probabilidad de padecer ERC o ERCT a largo plazo correlaciona tanto con la severidad de la LRA como con la duración de la misma. Otra consecuencia importante de haber padecido un episodio de LRA en pacientes con ERC es la aceleración en la progresión del daño renal crónico preexistente y conducir mas rápidamente ERCT. El tratamiento para estos pacientes que padecen ERCT es la terapia sustitutiva o el trasplante renal. Cabe señalar que los estudios epidemiológicos muestran que la incidencia y prevalencia de ERC y de la ERCT ha aumentado considerablemente en las últimas tres décadas, al igual que los gastos generados en el cuidado de estos pacientes. Para darnos una idea de los costos que derivan de esta enfermedad, en los Estados Unidos el programa de ERCT ocupa el 6.7% del total de los gastos médicos. _x000D_ Otro dato alarmante es el hecho de que la LRA puede desencadenar ERC y considerando la alta frecuencia de LRA, resulta indispensable estudiar los mecanismos fisiopatológicos involucrados._x000D_ _x000D_ Por lo tanto el presete proyecto pretende evaluar estos mecanismos fisiopatológicos que se activan durante la LRA y que llevan al desarrollo de ERC, así como estudiar maniobras terapéuticas que permitan evitar el desarrollo de ERC. Una vez que contemos con datos sólidos de nefroprotección para evitar el desarrollo de ERC inducido por la LRA, nos permitirá proponer proyectos de investigación traslacional.