El cambio climático es uno de los problemas que más preocupan a la comunidad internacional. Esto ha motivado un interés social renovado de la Paleo-climatología, pues el conocimiento de la historia climática de la Tierra proporciona una base para entender los cambios del presente y prever los del futuro. Para las zonas tropicales, hay todavía pocos estudios paleo-climáticos y paleo-ecológicos que permitan aportar información sobre el funcionamiento del sistema climático en su estado natural. Para esta región el modelo del cambio climático es más complejo de lo que se había creído previamente, hay evidencias para el último periodo glacial de múltiples cambios abruptos. El impacto de la alteración en la circulación profunda del nor-Atlántico asociada a éstos cambios abruptos en escalas milenarias y sub-milenarias, causa en las zonas tropicales y subtropicales americanas, una respuesta compleja con patrones regionales de temperatura y precipitación. Durante la evolución geológica del centro de México se formaron cuencas intermontanas dónde se desarrollaron grandes extensiones lacustres. La cuenca de México es cuenca cerrada y durante miles de años se acumuló grandes espesores de sedimentos. El estudio detallado de estos sedimentos ofrece amplias posibilidades para analizar la historia de la vegetación, la variabilidad climática en escalas milenarias y sub-milenarias y la evolución del cuerpo de agua, permitiendo reconstruir la historia ambiental de una de las regiones más pobladas del mundo. La obtención de una secuencia de sedimentos lacustres de 122 m en el ex-lago de Chalco permitió ampliar el rango de estudios paleoclimáticos realizados previamente en la cuenca. La secuencia de Chalco abarca dos ciclos glacial/interglacial se estima una edad de ca. 220,000 años. Los resultados preliminares de fluorescencia de rayos X de la parte superior de la secuencia indican que durante los periodos de mayor insolación como el EIM 1 y 5e, las condiciones en Chalco eran más húmedas, y hay evidencias variación en escalas milenarias. A través del estudio palinológico de alta resolución de la parte inferior de la secuencia de Chalco documentaremos la evolución de la vegetación, identificando conjuntos polínicos y/o taxa indicadores de periodos cálidos y fríos. Los microrestos acuáticos, en conjunto con el estudio de la variación en la relación C/N y las variaciones en la concentración de COT y CIT permitirán identificar los cambios en el lago, en la procedencia de la materia orgánica y cambios en la erosión. Utilizando la concentración de las partículas de carbón y su variación se definirá la frecuencia de paleo-incendios. Con el conjunto de indicadores se establecerá un modelo de cambio ambiental para el penúltimo ciclo glacial. Los datos que se obtengan de esta investigación contribuirán con el conocimiento de la variabilidad climática pasada y sus teleconexiones. Los ecosistemas tropicales se caracterizan por su alta biodiversidad, conocer la respuesta de los ecosistemas montanos como los que existen en la cuenca de México al cambio climático contribuirá al entendimiento de la evolución de esta biodiversidad. Cualesquiera que vayan a ser los impactos antropogénicos en el clima futuro, estarán siempre sobreimpuestos a algún tipo de variabilidad climática natural. Por lo tanto, al ver hacia el futuro, debemos mirar al pasado para establecer cómo y cuando el clima ha variado y así poner en perspectiva el clima contemporáneo.

Las zonas tropicales han sido hasta ahora poco estudiadas desde el punto de vista paleo-climático, aunque son consideradas fundamentales en el funcionamiento del sistema climático. El análisis detallado de la parte inferior de la secuencia sedimentaria de Chalco permitirá obtener un registro de alta resolución de la dinámica de la vegetación y el cambio climático en la zona tropical de altura como es la Cuenca de México. La historia de la vegetación durante el penúltimo periodo glacial (EIM6) está poco explorada a nivel mundial. Durante el penúltimo periodo glacial, la Tierra experimentaba condiciones climáticas de frontera diferentes, las cuales contrastaban con las que ocurrieron durante el pasado glacial EIM2-4; el ciclo de precesión de la Tierra era mayor así como el de excentricidad. Tales combinaciones de los parámetros orbitales de la Tierra causaron que el hemisferio norte experimentara intervalos de mayor insolación durante el verano. Hasta el momento hay pocos registros continentales que documenten los cambios en la vegetación durante el EIM6 en comparación con los registros marinos; sin embargo, las evidencias disponibles indican que el cambio climático durante este periodo está caracterizado por las variaciones en escalas orbitales, dentro de las cuales la variabilidad asociada a las oscilaciones en escalas milenarias es evidente. Los datos sobre la composición y la dinámica de la vegetación en un sitio tropical de altura como es la cuenca de México, contribuirán al cuerpo de evidencias sobre la caracterización paleo-climática durante el EIM 6.