Actualmente uno de los problemas clave en estudios sobre variabilidad climática es separar los efectos antropogénicos de los cambios naturales. La variabilidad solar es una causa natural con reconocida influencia sobre el clima, sin embargo los estudios que se abocan a este aspecto son muy pocos tanto a nivel mundial como a nivel nacional. Es necesario evaluar el alcance del efecto solar en el clima para entender mejor problemas tales como el del calentamiento global. Esto a su vez permitirá elaborar con más éxito políticas que consideren el impacto presente y futuro del cambio climático sobre la sociedad. Los modelos climáticos que existen actualmente, incorporan efectos antropogénicos tales como gases de invernadero, aerosoles, y la irradiancia solar. Sin embrago, otros posibles efectos de la actividad solar en el clima no están considerados. En particular, se ha encontrado una alta correlación entre cubierta nubosa baja y el flujo de rayos cósmicos. Esto sugirió que los rayos cósmicos modulan la producción de nubes al actuar como núcleos de condensación nubosa, y por tanto al albedo y al clima. Otro aspecto al que ahora se presta mucha atención es a la modelación regional del clima. Los modelos actuales indican que Centroamérica y la península de Yucatán, serán regiones altamente impactadas por el cambio climático. Tomando en cuenta estas situaciones, en el presente proyecto se propone utilizar un modelo acoplado océano-atmósfera para la región de la península de Yucatán, en el cual se incorporen no sólo los forzamientos de gases de invernadero y aerosoles, sino también los forzamientos solares de la irradiancia solar , y lo más novedoso, la modulación de las nubes por los rayos cósmicos. Los objetivos son dos principalmente: 1) reproducir la temperatura hacia el pasado, hasta principios del siglo 20 y compararla con las mediciones que existen para la Península desde 1926 y 2) hacer una proyección de la misma hasta el año 2020 aproximadamente.

Actualmente uno de los problemas clave en estudios sobre cambio climático es separar los efectos antropogénicos de los cambios naturales, el presente proyecto planea contribuir en este sentido. La variabilidad solar es una causa natural con reconocida influencia sobre el clima, sin embargo los estudios que se abocan a este aspecto son muy pocos tanto a nivel mundial como a nivel nacional. Es necesario evaluar el alcance del efecto solar en el clima para tener un entendimiento científico más completo de problemas tales como el del calentamiento global. Esto a su vez permitirá elaborar con más éxito políticas que consideren el impacto presente y futuro del cambio climático sobre la sociedad. La única contribución solar que utilizan los modelos tipo GCM más aceptados, es la de la variación de la irradiancia solar, sin embargo, como ya mencionamos en la sección de Mecanismos, hay otra contribución potencial de la actividad solar en el clima, a través de los rayos cósmicos como nucleadores de nubes y modificadores del albedo. Además, la comunidad científica ahora está empezando a considerar que la modelación regional debe promoverse fuertemente, ya que aportará un conocimiento más detallado de la variabilidad y el cambio climáticos. Esto por un lado ayudará a generar modelos globales más acertados y por otro lado permitirá evaluar mejor el impacto climático en la sociedad. Aún más, según las proyecciones de los GCM (IPCC, 2007), una de las regiones que más padecerán los efectos del cambio climático, será Centroamérica, incluida la Península de Yucatán. El presente proyecto, aborda estos problemas al proponerse modelar la temperatura de la península de Yucatán mediante un modelo regional acoplado de océano atmósfera que incluya, aparte de los forzamientos más comunes, el efecto de la actividad solar no sólo a través de la irradiancia solar sino que considera algo novedoso: el efecto de los rayos cósmicos. Esto último es algo que hasta ahora no se ha incorporado en ningún modelo general de clima a escalas ni regional ni global. En ese sentido nuestro proyecto presenta el primer intento. Para emprender un estudio de este tipo, se cuenta, por un lado con series de temperaturas extremas y medias desde 1926, proporcionadas por 7 estaciones: Campeche, Ciudad del Carmen, Champotón, Chetumal, Mérida, Progreso y Valladolid. Y por otro lado, se cuenta con un amplio conocimiento de las corrientes marinas, lo cual permite trabajar con un GCM océano –atmósfera que tiene datos sólidos y de relativamente largo plazo.